Y SONARON LOS VIOLINES...

Mi hija menor el sábado pasado nos regaló otro día de gratas emociones..., y de nervios también, porque últimamente desde que es una "adolescente", se mezclan muchas más sensaciones para ella, ya no le resulta un juego subir al escenario como cuando era pequeña, ahora el  valor de la responsabilidad, junto con que se ha vuelto más vergonzosa debido a su edad, hace que se vivan momentos un tanto difíciles para ella y para nosotros también, una especie de pánico escénico que tiene que superar y más si se quiere dedicar a la música como parece apuntar..., el sábado lo controló y superó con creces, porque tocó el violín en el concierto de fin de curso de la escuela de música de nuestra localidad, ¡lo tocó muy bien!, y no lo digo yo que claro soy su madre..., también nos llegaron  las felicitaciones de sus profesoras y el calor de los aplausos que recibió, nos sentimos orgullosos de ella, valoramos tanto esfuerzo y horas que hay detrás..., después de tantos nervios parecía mentira  verla con esa templanza tocar el violín..., así que ya os podéis imaginar..., el bello de punta, pañuelito en la mano y un nudo en el estómago para que todo saliera bien...